miércoles, 16 de septiembre de 2009

El verdadero lobo


Yace moldeado a su cuerpo, se mantiene semi-despierto, atento y queriendo escapar, el lobo corre de lado a lado, golpeando las puertas que El le ha puesto, lo ha cercado, el lobo grita, su respiración se agita, se ahoga en su llanto durante las largas noches de invierno, clama su liberación la cual a veces es permitida.

El animal huye, desconcertado de conocer su naturaleza, aúlla a la luz de esa luna que lo seduce, lo atrae y lo deja caer. El lobo se conoce, sabe quién es el, un animal malo, corrupto, vulgar, lleno de pecados, dolores y demás verdades que solo él y pocos conocen.

Mientras tanto El, el dueño del decadente cuerpo, se protege, duerme si lo logra, contiene el mal que se encuentra de si mismo, El se encuentra lleno de bondad, amor, felicidad, sensatez, cordura, si pudiésemos resumir a El, seria más que antagónico a lo que reposa en si.

El hombre, no entiende de donde ha nacido tanto mal, tanto pecado, tanta miseria dentro de si, sufre y se retuerce intentando controlar a aquel lobo, que aguarda pasivamente a que este baje su guardia y distraiga su defensa.

El y el hombre, logran a veces convivir en armonía, se han cansado de pelear entre si, con normalidad se turnan para manejar al cuerpo, como carro sin dueño el cuerpo sufre por esta gran dualidad.

El se pregunta como poder aniquilar a este animal, como poder terminar con este gran dolor y esta carga a sus hombros, pero no logra conseguir esa tan anhelada respuesta. Corre, salta, huye, pero no se puede desprender de esa realidad, ese que es malo es ahora parte de si mismo.

Se han unido en cuerpo y espíritu, El no puede detenerlo, el viejo lobo a tomado las riendas de ese ya mutilado cuerpo, su palabra no encuentra objeción, ni sonido alguno; el lobo que aprovecha su naturaleza y que sigue despedazando a pocos a su presa, El ya se encuentra muy debilitado, y solo piensa en el suicidio, solo piensa en como terminar este sufrimiento lo antes posible.

Piensa que no le puede dar armas al lobo con que seguir sus malvadas acciones, quisiera ayuda externa, pero el lobo no le permite, el lobo lo controla ya; las señales de humo que El ha dejado, no han sido rastreadas por nadie nunca.

Hoy día el solo espera a que aquella que lo vio acercarse una vez, venga de una vez y por todas y lo lleve; perdió su calor, amor, y esperanza; El lobo ha vencido, devoro todo lo bueno que un día existió, arranco de raíz el amor, y marchito los pocos dientes de león que quedaban en su jardín.