Pasan los días, pasan las horas y los segundos ni los sentimos, cada momento vivido es un espacio de tiempo que nunca recuperaremos. Viendo el reloj de las arenas del tiempo secar su fuente nos trae a la mente muchas incógnitas, vagas ideas de lo que puede suceder si desperdiciamos este,
Todas las grandes personas de los tiempos pasados dieron su mejor esfuerzo para llegar a ser lo que fueron y por esto mismo los recordamos hoy en día, nunca olvidando las adversidades que los hicieron triunfar y marcar cambios en la historia.
Me da pena aquel que no tenga sueños de ser mejor, me da lastima aquel que desperdicie su tiempo y siento tristeza por aquel que no piensa en nada de esto.
De la naturaleza de las cosas nace este pensamiento renacido de las verdades que ocultamos con nuestra mediocridad que nos mata lentamente, y sepulta siete metros debajo de donde caminamos la esperanza y la supuesta fe.
Caminamos atados a nuestra fe que se desmorona con cada segundo, llegara al momento en que caminaremos atados a una nada fuertemente creada por la costumbre de la inconstante creencia de un dios eterno y todopoderoso.
Seamos grandes creyentes en nosotros mismos como sociedad fuerte y evolutiva conciente de los defectos que nos atacan, pero que podemos crecer y superarnos, solo necesitamos algo que ya poseemos, únicamente necesitamos despertarlo, La Mente, nos cura cuando estamos enfermos, nos lleva a cumplir las tareas imposibles para algunos, con ella creamos todo este desastre, ella nos llevara a la solución del mismo.
Sepamos ser libres y no siervos menguados a la opresión de la mediocridad, nacimos hombres libres con pensamiento propio, podemos morir teniendo dignidad y orgullo de que no nos arrepentimos de nada de lo que realizamos en nuestra vida; y que el camino trazado fue por el mismo esfuerzo que nos enorgullece, moldeemos esta nueva masa en algo perfecto y funcional.
Sal aprovecha el tiempo y conviértete en alguien orgulloso de lo que es.
